Inglaterra vs. España: final de la Copa Mundial Femenina en vivo

Cualquiera que sea la escala que elija medir, esta ha sido la Copa Mundial Femenina más grande de la historia: amplitud de participantes, profundidad de talento, altura de logros, volumen de observadores, amplitud de impacto. Ahora, sin embargo, eso equivale a nada más que el velorio. Todo lo que queda es esto.
El domingo por la noche en Australia, habrá una nueva campeona mundial femenina. Por primera vez, ese estatus se otorgará a Inglaterra o España, ya que ambos debutarán en la final. Cualquiera que sea la forma en que caiga, representará el advenimiento de Europa, o, al menos, las grandes ligas adineradas de Europa Occidental, como la fuerza preeminente del juego. Esta es la culminación de un viaje y el comienzo de otro.
Se siente, instintivamente, como si Inglaterra fuera la favorita para dar ese paso final. No es solo que el equipo de Sarina Wiegman esté invicto en este torneo. Es que es el vigente campeón de Europa, también, el sabor de aquella victoria del verano pasado aún fresco. Es que, si bien las lesiones le han quitado a Inglaterra un puñado de sus mejores jugadores, el equipo no está en un estado de enemistad latente con su entrenador. Es que no se mantiene unido por alguna tregua incómoda y claramente temporal.
Sin embargo, la ventaja de Inglaterra es lo suficientemente pequeña como para que el resultado final aún pueda verse afectado por la forma en que se lanzan los dados. Ambos entrenadores tenían que tomar importantes decisiones de selección. Wiegman había perdido a Lauren James por suspensión tanto en los cuartos de final como en la semifinal; su reemplazante, Ella Toone, abrió el marcador contra Australia el miércoles. Wiegman había decidido apoyarla: Toone ha mantenido su lugar, con James comenzando la final en el banquillo.
Jorge Vilda, su homólogo español, tuvo una selección aún más delicada. Alexia Putellas, la jugadora a la que llaman la Reina, fue titular en la victoria de España en semifinales contra Suecia, pero parecía más que un poco fuera de sí, más una espectadora del juego que una gran participante. Todavía, como Vilda ha señalado consistentemente, todavía se está recuperando de la lesión en la rodilla que le costó gran parte del último año de su carrera.
Sólo cuando fue sustituida por la dinámica Salma Paralluelo, España tuvo el ímpetu de inquietar a Suecia. Paralluelo, de 19 años, ha sido una de las estrellas revelación de esta competición. En forma, en impacto, debería comenzar la final, y lo hará. Pero espere que Putellas desempeñe un papel: su experiencia, pero también su estatus, su calidad y, no irrelevante, la fragilidad de la moral colectiva de España, significa que aún puede desempeñar un papel clave como suplente, especialmente si el partido necesita un juego. cambiador tarde.
No es imposible que el juego active esas dos opciones. Hay, en verdad, muy poco entre estos equipos. Inglaterra conlleva más amenazas. España posee mayores dones. Esta ha sido la Copa del Mundo más grande, más amplia, más profunda y más amplia de la historia. Las diferencias, ahora que todo lo que queda está aquí, son muy pequeñas.